Y yo rogaré al Padre, y os dará otro consolador, para que este con vosotros para siempre
Juan 14:16
Los problemas que enfrentamos cada día nos roban la paz y la tranquilidad. Podemos llegar a sentirnos abrumadas y sin saber qué hacer. En esos momentos vale la pena recordar lo que Dios te promete: El será para ti un consolador constante que está contigo siempre.
Sería muy costoso tener a nuestro lado un motivador personal, alguien que continuamente te recuerde lo valiosa que eres y todo lo que puedes llegar a ser. Pero eso es precisamente lo que El Señor ha prometido: estar continuamente a tu lado recordándote quién eres y el destino hermoso que te espera. Si lo único que tienes como referencia son las circunstancias o tus sentidos, vas a sentirte defraudada; Pero si todo lo canalizas a través de la fe y la confianza en Dios que te ha dado las promesas, puedes estar tranquila y confiada. Dios te dará un consolador permanente a tu lado.
Por lo tanto mantén tu alegría y optimismo en cualquier situación y en la tarea en que te encuentres. Recibe el consuelo del Señor cada día, que tus oídos espirituales estén atentos para recibir la guía y dirección de tu padre que te sostiene. Hay una diferencia entre ver y percibir. Los ojos naturales solo son capaces de ver lo que está delante, la percepción es un don divino para ver lo que no es posible con los ojos físicos.
Dios te permite ver y escuchar su voz en esos momentos de presión y te da la sensibilidad para interpretar las situaciones y circunstancias de tu vida actuando como el águila que se remonta a las alturas, muy lejos de las bajezas humanas.
Medita en las promesas de Dios y deja que su dulce voz te guíe, pues él nunca te abandona. Es el consolador que está contigo para siempre. No pierdas el ánimo, avanza segura. El señor te acompaña aunque estés en el valle de sombra y de muerte, él siempre te guiará y te sostendrá para que no tropieces ni caigas. Vive tranquila, camina confiada que tienes un Padre que vela por ti.