Un milagro se define como un suceso extraordinario y maravilloso que no puede explicarse por las leyes regulares de la naturaleza y que se atribuye a la intervención de Dios.
Cada una de nosotras necesitamos que ocurra un milagro, ya sea en la salud, en la economía, en las relaciones familiares o en trabajo. Lo cierto es que anhelamos que ocurra algo sobre natural en nuestra vida pero a la vez consideramos que es algo difícil, pues no estamos acostumbradas a verlos en nuestra vida diaria, sobre todo cuando son circunstancias que requieren más que la capacidad humana para resolverlas.
La palabra de Dios nos dice en Miqueas 7:7 Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor, yo espero en el Dios de mi salvación, Mi Dios me escuchará.
Hay una constante en todos los casos en que Dios se manifiesta con milagros en la realidad humana y es la fe. No tiene que ver con nuestras posibilidades ni con lo complicado que se vean las cosas, pues un milagro va más allá de las leyes naturales y de lo que se puede explicar o analizar. Un milagro es la intervención de Dios en nuestra escena haciendo lo inesperado y lo inusual.
Dios quiere hacer milagros en tu vida, Él es especialista en realizarlos. Hebreos 13:8 dice que Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. El nunca cambia, lo que hizo en el pasado lo puede volver a hacer. Dios puede hacer un milagro hoy. Él puede hacer lo que tú no puedes. Pero hay algo que mueve la mano de Dios, es la fe, y cada una de nosotras ya la tenemos porque dice Su palabra que nos ha dado una medida de fe a cada una.
Pon a actuar tu fe, no te dejes abrumar por el problema, deja de repetir lo que está pasando alrededor y empieza a declarar lo que Dios puede hacer, Su palabra es verdadera y nunca falla. Cuando confiamos en Dios todo cambia, El trae orden a nuestra vida, endereza los caminos torcidos y allana los caminos ásperos. Dios abre nuevos caminos para ti!!
Dios te va a encontrar en el camino de la fe y la perseverancia, no puedes perderte. Sigue esa dirección y lo encontrarás. Hay un milagro en tu camino. ¡Créelo!