Conferencia de Aniversario #31

Conferencia Aniversario 31

El 28 de Marzo celebramos el aniversario número 31 de MUJERES QUE INSPIRAN. Más de ciento cincuenta mujeres de varias ciudades de nuestro país, como Quito, Guayaquil, Ambato, Latacunga, Portoviejo, nos dimos cita para esta gran celebración.

Agradecemos la presencia de las queridas pastoras de varias ciudades que nos acompañaron y nos desafiaron a la unidad, olvidándonos de denominaciones que separan para alinearnos con los propósitos del Señor.

Las conferencistas Hna. Elisa del Salto y Katty de Ortega, nos motivaron con sus mensajes llenos de sabiduría.

Pudimos conocer a muchas amigas y hermanas que nos ven a través de la señal de Asomavision, fue un tiempo de bendición y compañerismo.

¡No te pierdas las próximas invitaciones!

Aquí te dejamos un corto resumen de la conferencia:

LA MUJER SABIA ES UNA MUJER QUE INSPIRA

Si bien no somos responsables por las decisiones que toman los demás, si lo somos  de la forma en que nos conducimos y lo que  inspiramos con nuestras acciones, actitudes y aun la forma de vestir. La Biblia dice que la mujer sabia edifica (construye, levanta) su casa. Podríamos decir también que una mujer sabia es una mujer que inspira.

No siempre inspiramos lo mejor en los demás, y nos podemos justificar diciendo que asi hemos sido siempre, que es nuestra forma de ser heredada o que asi aprendimos en nuestros anos de formación

Estos aspectos tienen gran influencia, pero un asunto que no debemos olvidar es la responsabilidad personal que tenemos de decidir que vamos a hacer con nuestro presente. Si bien no eres responsable por tu pasado, si eres responsable de las decisiones que tomas en el presente. Y lo que vas a realizar con los recuerdos, experiencias y toda la historia de vida que te ha dejado el pasado.

Tienes dos opciones:

  • Tener una actitud pasiva ante la vida. Ir sumando experiencias negativas y mientras transcurre la vida creyendo que cada vez tenemos menos posibilidades de hacer las cosas de otra manera o que algo vaya a cambiar. Estacionarte en el pasado, asumir el papel de víctima y continuar en este círculo toda la vida
  • O puedes tener una actitud activa frente a la vida, como la persona que arranca día tras día  las hojas del calendario de su vida y las va archivando cuidadosamente una tras otra, después de haber escrito sus vivencias en la parte posterior de la hoja. Por qué tendrías que angustiarte cuando observas  que  van apareciendo arrugas en tu rostro?  Por qué anhelarias la juventud en lugar de mirar con gozo las realidades de tu vida. No solo la realidad de las metas logradas, de las vivencias que te han aportado sabiduría y experiencia, sino la realidad de los sufrimientos, sufridos valientemente.

Una mujer que inspira toma decisiones. Sabe que no es perfecta pero se compromete con disciplinas y reconoce que es responsable de su vida.

Vence tus límites. Deja la mentalidad del no puedo, nunca va a cambiar, las cosas son así y las debo aceptar.

  • 2 Timoteo 1:7 Pues no nos ha dado Dios un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.
  • Cruza la línea de comodidad, no te conformes con ser de cierta manera, crea nuevos hábitos, y toma decisiones para cambiar, vive con valentía fijándote metas y aun en el sufrimiento enfréntalo con fe y esperanza porque Dios te liberó del espíritu de miedo y temor
  • Una hija de Dios no debe estar interesada en inspirar por la forma como luce, como se viste, cuánto dinero tiene, estos son tan solo aspectos externos que pronto pasan.
  • Si vives enfocada en lo que Dios dice sobre ti vas a descubrir que eres valiosa y bella no por las medidas de tu cuerpo o por tus logros personales, sino porque eres la creación de un Dios de amor que se deleitó en hacerte así como eres. No necesitamos parecernos a nadie para ser aceptadas. Ámate y acéptate así como eres, tu rostro refleja tus triunfos y sufrimientos, pero también son huellas de la victoria de Dios en tu vida.
  • Si solo queremos inspirar en los demás sentimientos pasajeros, estaremos demostrando que nuestro corazón está lleno de apariencias, orgullo, vanidad, deseo de placer, baja autoestima. Puedes gastar muchos recursos y tiempo en verte bien a los ojos de los demás, pero si tu corazón está herido, si guardas sentimientos negativos, tarde o temprano eso es lo que se verá en tu rostro. No puedes usar mascaras indefinidamente y terminaras inspirando en los demás aquello que tienes en tu corazón.
  • Antes de trabajar en tu aspecto externo te sugiero que lo hagas con tu corazón y tu mente. Saca la basura afuera! Y permite que el Señor te embellezca desde adentro.
  • Puedes ser una mujer que inspire en el lugar en donde te encuentres, no por la manera como te vistes o como luces sino por tu obediencia a los principios divinos, la confianza en las promesas del Señor  y por tener un  espíritu tierno y sereno que es de gran valor a los ojos de Dios.

Decídete por el cambio:

  • Eres responsable de lo que vas a hacer con lo que tienes este momento, no esperes las condiciones perfectas, así que  deja de lamentarte por lo que no hiciste, o por lo que no tienes o lo que hubieras hecho. Empieza a decir lo que vas a empezar a hacer.
  • Enfrenta nuevos desafíos, no tengas temor de emprender en cosas nuevas, nuevas amistades, nuevos hábitos, formas diferentes de reaccionar.
  • Libérate de la presión que tienes de ser como las demás, estar a su altura, o cumplir las expectativas de otras personas.
  • Actúa con valentía y entrena tu mente y corazón para adquirir la posición de hija y heredera.

Una mujer que inspira no tiene una vida perfecta ni todo bajo control. Pero podemos enfrentar la vida con gozo y los sufrimientos con valentía. Puedes decidir ser feliz independientemente de los dificultades que enfrentes cada día. Tu mirada no está en las circunstancia sino en el que te permite caminar sobre las circunstancias. Como cuando Pedro pudo caminar sobre las aguas. Cuando dejo de mirar a Jesús, empezó a hundirse. Deja de vivir acumulando resentimientos, dolor y lágrimas.

Enfócate en lo que está bien en tu vida, en los regalos que Dios te ha dado. Esfuérzate por ser agradecida. Desarrolla el habito de agradecer cada día por las cosas buenas que has recibido. Vas a descubrir muchas razones por las cuales puedes sonreír.

Una mujer que inspira puede hacerlo aun en medio del desierto que este atravesando.

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