Medita en esta frase:
La vida no consiste en esperar que pase la tormenta, sino en aprender a bailar bajo la lluvia.
Esta declaración tiene que ver con la actitud de resignación o de lucha que podemos manifestar ante las adversidades que la vida nos presenta. Cuando tenemos una actitud de resignación, nos quedamos en espera de que algo pasará y seré feliz, nos quedamos contemplando los acontecimientos, soñamos que se den cambios pero no hacemos nada para lograrlos. Nos sentimos paralizados frente a las circunstancias.
En la vida así como en la naturaleza existen estaciones bien definidas con sus propias características. El clima emocional es variable dependiendo de cómo reaccionas a las diferentes situaciones que enfrentas. El problema está en que muchas veces te estableces en una estación.
Debes recordar que las estaciones cumplen su ciclo en la naturaleza, así también lo son en la vida. Debes estar lista a dejar ir esas estaciones duras y estar dispuesta a recibir y dar paso a la nueva estación que Dios tiene para ti. Deja ir lo malo para que pueda venir lo bueno. No te quedes esperando a que pase la tormenta para ser feliz, la vida no se detiene, aprende a ver lo mejor en cada situación, aprende a dar lo mejor de ti aun sin fuerzas, aprende a ser feliz aunque aparentemente no haya razones para serlo.
Cada estación tiene características propias, emocionalmente en el invierno se experimenta: frío, dureza, dolor, enojo, desaliento, soledad, frustración, rechazo, actitudes violentas o destructivas, etc. En la primavera se vive el cambio, hay esperanzas, reviven los sueños, es tiempo de perdonar, de hacer las paces, de reconocer tus propios errores y cambiar las malas actitudes.
Una estación por difícil y dura que sea, no dura para siempre. Cada estación tiene un principio y un fin. Así también en tu vida, los cambios que puedes estar experimentando son circunstanciales, pronto pasarán y darán lugar al cumplimiento de los planes de Dios para ti. Los cambios son inevitables y debemos estar dispuestas a adaptarnos a ellos. No luches contra la tormenta, es mejor que aprendas a bailar bajo la lluvia. Esto quiere decir que las circunstancias por difíciles que se presenten tienen un reto pero también una enseñanza y debemos estar abiertas a ver lo mejor de cada estación. No logramos nada queriendo que a fuerza de voluntad las cosas cambien. Es mejor tener la actitud de lucha y enfrentar con decisión los desafíos que encontraremos en cada estación.
En lugar de esperar a que las cosas o las personas cambien, debemos hacer lo mejor que podamos con las circunstancias actuales. Debemos tomar la decisión de ser luz no tinieblas, e irradiar vida a nuestro alrededor; esperar que algo externo a nosotras suceda para ser feliz es como quedarnos observando la lluvia y pensando cuando termine me levantaré. Tú no sabes lo que puede suceder en ese esperar, por eso no te estaciones en el pesimismo, no hagas de la negatividad tu morada permanente. Encuentra un sentido a tu vida y decide ser feliz, no te canses de hacer el bien porque sin duda llegará el tiempo en el cual coseches todo lo que has sembrado, pero mientras estas sembrando hazlo con alegría y esperanza, porque estás segura que tu recompensa viene. Aunque no tengamos las condiciones perfectas, encuentra las razones y decide ser feliz hoy, no mañana, despierta a la fe y esperanza y baila bajo la lluvia.
Mi amado habló y me dijo: Levántate oh amiga mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue… Cantares 2:11